Recreador del mes: Violeta

Violeta en una recreadora que desde pequeña se vio atraída a participar en proyectos sociales y a mejorar su entorno inmediato; hoy, lo que más le motiva es la armonía cívica, que todos podamos ser y actuar como buenos ciudadanos.

Tuvo la oportunidad de estudiar su maestría en Pratt Institute, en la ciudad de Nueva York y mientras vivía ahí, le tocó trabajar en proyectos sociales y de construcción de comunidades, dándose cuenta que la gente SÍ participa:

– “Lo que sucede es que el fenómeno de participación ciudadana como hoy lo conocemos no existía en México hasta hace cuatro o cinco años. Aún nos falta mucho, pero ya vemos a la gente pidiendo ser parte de proyectos de espacio público, queriendo que sus necesidades se escuchen. Sin embargo, las estructuras no invitan a crear relaciones de largo plazo, entonces los ciudadanos no damos continuidad a nuestra participación y, en proyectos de espacio público, si la gente no se involucra, estos no prosperan”.

En respuesta a esta área de oportunidad, cuando regresó a nuestro país emprendió el proyecto de Infraestructura Social; un colectivo en donde se diseñan actividades y plataformas que despiertan el interés de los ciudadanos para incentivar la conciencia social para la recuperación de espacios públicos. Si bien este colectivo impulsa un espacio público digno para recrearse, también fomenta el uso adecuado del presupuesto público presionando a autoridades gubernamentales a planear en dónde y cómo se implementará en nuestros espacios públicos:  

– “Invitamos a correr un proceso ordenado de planeación, investigando primero el lugar o la zona en donde se quiere impactar. La gente es la que mejor conoce su zona y sus espacios públicos, lo que sucede en su entorno, hay que poner los medios para escucharlos. A veces uno creería que los juegos o las canchas son lo primero que se debe de poner en los parques, pero preguntándole a la gente nos podemos sorprender y dar cuenta de que las necesidades básicas son las que hay que responder primero. En algunos casos es iluminación, en otros casos se necesitan programas de rehabilitación para personas con adicciones, hay lugares donde se requieren bancas para sentarse a esperar el camión, etc.”.

Continúa Violeta:

“También queremos que la gente vuelva a la calle; que salga de sus casas y que construya ciudades SOCIALES, no ciudades IN.”

A través de este acrónimo ha podido generar reflexiones muy interesantes: la ciudad IN es la que es INdiferente, INactiva, INeficiente o INequitativa, mientras que la ciudad SOCIAL es la que es Sustentable, con Oportunidades, Comprometidas, Innovadoras e Inclusivas, Arraigadas y con visión a Largo plazo.

Al preguntarle sobre los retos más grandes que ella y su equipo enfrentan durante su labor, nos comentó que fue el darse cuenta de la diversidad en México, aprender a trabajar y modificar metodologías tomando en cuenta estas diferencias. Infraestructura Social ha realizado procesos de diseño participativo en Pueblos Mágicos* del centro de país y muy retirados de la ciudad, por lo que el acceso a una educación de calidad es difícil en algunos casos, como consecuencia, una gran parte de la población es analfabeta.

* un programa del Gobierno Federal Mexicano creado en 2001 para proteger y guardar la riqueza cultural característica de un sitio.

– “En una ocasión llegamos a una comunidad con nuestra metodología y nos dimos cuenta que la mayoría de los participantes no sabían leer ni escribir, eso creó una barrera entre nosotros que inhibía su participación. Ahí aprendimos que debemos conocer el contexto de donde vamos a trabajar”.

Para Violeta, un recreador se caracteriza por la sed del cambio en su entorno, además de involucrarse en proyectos sociales en su ciudad. Por esto además de su labor con Infraestructura Social, dirige la asociación civil Dale la Cara al Atoyac, con sede en la ciudad de Puebla. Esta asociación se creó hace 10 años con la propuesta de la regeneración del Río Atoyac, el segundo cuerpo de agua más tóxico en México; su cauce pasa por los estados de Puebla y Tlaxcala generando muchos problemas en la salud de los que habitan cerca de él, siendo el número uno en mortalidad infantil. La asociación genera muchas propuestas de ley y acciones que crean conciencia social, invitando a la ciudadanía a hacer denuncias sobre anormalidades y la contaminación en el río.

“Existen muchas leyes, por ejemplo, que regulan la descarga del río en los municipios y que no se cumplen. Demandamos al gobierno a través de un juicio de amparo por el incumplimiento de sus responsabilidades, pero hasta ahora no ha puesto plantas de tratamiento ni proyectos de saneamiento para cuidar la salud de su gente. Existen muchísimos casos de cáncer en la zona, por eso hay que darle la cara al Atoyac; hay que ver de frente el problema”.

Al finalizar la plática con Violeta, comentamos que, como recreadores y ciudadanos, es importante salir de nuestra zona de confort y trabajar (aunque sea un poco) por mejorar los espacios en los cuales queremos vivir una vida más plena; debemos darnos cuenta que nuestras acciones sí cambian:

– “Estoy convencida de que no podemos vivir ni desarrollarnos en un medio que atenta con nuestra salud. Tengo una hija y eso me motiva a dedicarle más tiempo a esta labor; para que ella y las siguientes generaciones puedan tener una mejor calidad de vida”.

Leave a Reply

Your email address will not be published.