Parque Cuscatlán: Enclave verde de San Salvador

En el Parque Cuscatlán el 78% de los usuarios ha manifestado que estar en el parque le ha ayudado a combatir sentimientos como el estrés, la ansiedad, la preocupación y la tristeza.

Ubicado a pocas cuadras del centro fundacional de San Salvador, el Parque Cuscatlán muestra como las alianzas entre ONG’s, cooperación internacional y municipalidad pueden generar cambios substanciales en la manera de ver el espacio público, ofrecer beneficios físicos y mentales para la ciudadanía, a la vez que se genera un sentimiento de orgullo y pertenencia sin precedente. Aunque faltan mucho por hacer, los resultados obtenidos indican que se está caminando por el camino correcto.

El Parque Cuscatlán es un espacio público de 17 acres ubicado a doce cuadras del Centro Histórico de San Salvador. Este parque urbano fue fundado en 1939, cuando la capital tenía menos de 90,000 habitantes. Desde entonces, San Salvador ha cambiado mucho. Esta es una ciudad en la que las migraciones internas y el déficit habitacional creó grandes asentamientos urbanos precarios. La industrialización cambió la escala de las ciudades circundantes y se ha visto crecer el uso y dominio del automóvil. Hoy, el Área Metropolitana de San Salvador incluye 14 municipios y tiene 1,7 millones de habitantes, y dada la densidad del área urbana, la recuperación de espacios públicos es una prioridad.

 

El Parque Cuscatlán fue, durante muchos años, un espacio abandonado, ideal para el narcomenudeo, el robo y el acoso, un lugar para el miedo, en lugar de la convivencia. Considerando que este es el parque urbano verde más grande del municipio de San Salvador, se planeó, diseñó e implementó una remodelación significativa. Un proceso que inició en mayo de 2015, liderado por Glasswing International y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con el apoyo de la Alcaldía Municipal de San Salvador (AMSS).

La remodelación se diseñó en función del impacto objetivo: lograr la convivencia ciudadana y la integración social en un espacio verde y seguro. La Fundación Howard G. Buffett (HGBF) financió y lideró las obras de remodelación que duraron cerca de dos años. Mientras tanto, Glasswing International, gracias a USAID, diseñaba un modelo de gestión colaborativa con la AMSS.

De este largo proceso surgió la Fundación Parque Cuscatlán (FUNDAPARC), entidad encargada de colaborar con la AMSS para activar y cuidar el Parque Cuscatlán. Una de las partes claves en este proceso fue el diseño de una programación cultural, deportiva y ambiental que se adaptara a las necesidades de los visitantes. Esta programación se creó con la participación de las comunidades más cercanas y vulnerables para asegurar que se sintieran invitadas a este nuevo espacio.

El Parque Cuscatlán fomenta la integración social, brindando oportunidades culturales, deportivas y ambientales y, a pesar de la pandemia, se han logrado registrar cambios substanciales que invitan a seguir trabajando para favorecer estos espacios. En las últimas encuestas realizadas entre los usuarios (noviembre 2020), el 51% de los visitantes son mujeres.

Antes de la remodelación, solo el 38% eran mujeres. El 90% de los visitantes se sienten seguros dentro del parque y el 33% se queda por más de 3 horas, cuando antes, el tiempo de permanencia era de un máximo de 1.5 horas. Con la pandemia, el 78% de los usuarios ha manifestado que estar en el parque le ha ayudado a combatir sentimientos como el estrés, la ansiedad, la preocupación y la tristeza.

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Mayu Ferrufino
Directora Ejecutiva, FUNDAPARC

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