Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo
Autor: Paula Chamas
Durante julio se celebró el Día Mundial de la Conservación del Suelo. Pese a que las ciudades representan menos del 3% de la superficie habitable, parece importante hablar del impacto de las superficies urbanas en la sostenibilidad del planeta.
Las ciudades modernas requieren la transformación de suelos naturales a suelos asfaltados, que tradicionalmente se conseguía con materiales impermeables. Este efecto impermeabilizante aumenta la escorrentía superficial en las ciudades, haciéndolas vulnerables frente a eventos meteorológicos. Paralelamente, las ciudades suelen ubicarse cerca de cuerpos de agua y suelos fértiles, por lo que estos suelos “grises” entran en competencia con ecosistemas clave para la resiliencia climática (lechos de ríos, bordes costeros), pero también con suelo agrícola y la biodiversidad local.
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