Elaborado por: Roberto Romahn
Los parques caninos van ganando cada vez más terreno en nuestro país y cada día son más ciudades las que cuentan con un espacio especialmente diseñado para los perros.
Cabe señalar que los parques caninos son el segmento de mayor crecimiento dentro de los parques urbanos en los Estados Unidos; incluso más que las áreas deportivas o los juegos infantiles, son estos los espacios que predominan en la planeación de contenido, diseño y construcción de los espacios públicos en nuestro vecino del norte.
Hoy en día, con más de 19.4 millones de perros con dueño, los parques caninos se convierten no solo en una necesidad, sino en un elemento de socialización y recreación para un sector mayoritario de las comunidades de nuestro país.
Para que esto se cumpla y realmente logremos un espacio “especialmente diseñado” y pensado para los perros y sus dueños, es importante considerar estos 10 elementos:
1. Espacio delimitado y cercado
Este elemento resulta indispensable para dar un sentido de “seguridad” e independencia al espacio con respecto a otros del parque urbano. La malla o cerca perimetral se recomienda que sea de acero galvanizado o plastimadera; con una altura recomendada arriba de 1.60 metros ya que con esto se evitará que perros grandes puedan brincarla.
La malla perimetral nos dará esa seguridad para la gente y los perros que se encuentran dentro del parque canino y ayudará a evitar que perros callejeros u otros animales entren a este espacio. Mucha gente podrá decir que los perros de calle también deberían tener acceso al parque canino, pero lamentablemente, sin un dueño, estos perritos pueden transmitir enfermedades y otras infecciones. La cerca también nos ayudará a mantener control en el acceso y a evitar que gente sin perro pueda entrar al parque.
2. Entrada y nombre del parque
La entrada es un elemento que le da personalidad al espacio y qué mejor si viene acompañado de un nombre o logotipo que identifique al espacio con la comunidad que tiene perro. Con un nombre con chispa que sea fácil de recordar, el parque comenzará a hacerse más popular y la gente lo recomendará; los usuarios del parque canino y en general de todo el parque urbano, pueden tomar esta entrada como punto de reunión.
3. Reglamento y Señalética
El reglamento es la base para lograr un espacio limpio y un ambiente cordial y de respeto entre los usuarios. La gente tiene que colaborar con la limpieza de las heces fecales de su perro y a su vez estar al pendiente en todo momento del comportamiento de su mascota.
El reglamento tiene que especificar detalladamente todo lo que se quiera que la gente cumpla dentro del espacio. La señalética nos permitirá reforzar el reglamento a lo largo y ancho de todo el espacio, destacando los aspectos más importantes a cumplir y que resultarán definitivos para el éxito del parque canino.
4. Puertas de acceso
Las puertas de acceso se forman por un cubo de seguridad con doble puerta; este cubo permitirá que al momento que una persona entre al parque con su perro y coincida con que otra esté saliendo con su perro, no haya posibilidad de enfrentamiento.
Esta zona del parque debe ser siempre una zona “con correa obligatoria” para poder manejar y controlar a los animales. Este cubo de seguridad también ayuda a evitar que algún perro se pudiera soltar y se escape del parque. También, funciona para mantener un control de acceso para miembros o para exigir que se cumpla el reglamento para poder acceder.
5. Dispensadores de bolsas sanitarias para levantar excrementos
La higiene y limpieza del parque debe ser labor de todos y no solo de los que conforman el equipo de mantenimiento. Los dispensadores de bolsas sanitarias junto con un buen reglamento y señalética provocarán que el parque se mantenga limpio y libre de infecciones. Un dispensador de bolsas sanitarias por cada 500 m² es suficiente.
6. Espacios de sombra, con bancas para la gente
La sombra y los espacios para sentarse son indispensables en un parque canino. Si el lugar está sombreado y la gente se siente cómoda, se quedará más tiempo y el perro podrá jugar más.
7. Obstáculos de agilidad
Los juegos y obstáculos de agilidad permitirán que los perros jueguen y hagan ejercicio. Estos accesorios también pueden facilitar la impartición de clases o cursos de adiestramiento en el espacio.
8. Áreas de hidrantes o piscinas
Los hidrantes o piscinas son elementos recreativos que además ayudan a que los perros se mantengan frescos mientras están jugando. Este elemento lo recomendamos más para ciudades con climas cálidos y también recomendamos que no sean piscinas profundas sino más bien “chorros de agua” o splash pads al ras de superficie, para evitar acumulación de agua y altos costos de mantenimiento.
9. Dos áreas divididas, una para perros chicos y otra para perros grandes
En un parque infantil bien diseñado, tendremos juegos para niños pequeños y juego para niños más grandes; para los perros es un caso similar. Hay que separar por tamaño para hacer más fácil y segura la convivencia. Se recomienda que el área de perros grandes sea al menos el doble de tamaño que el área destinada para perros chicos. El tamaño se puede definir más por el peso que por la raza; un perro de menos de 15 kg se considera chico y un perro de más de 15 kg de peso, se considera un perro grande.
10. Estaciones de agua para los perros
La hidratación de los perros es fundamental en un parque canino; existe un gran riesgo de que un perro sufra un golpe de calor sobre todo si el parque se encuentra en una zona geográfica con clima cálido-húmedo. Importante considerar bebederos dentro del espacio; con un bebedero por cada 500 m² es más que suficiente.
Esperamos que estas sugerencias ayuden en el diseño, planeación y construcción de los parques caninos en México.
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