Parque La Mexicana

De la suma de voluntades a un nuevo modelo de gestión del espacio público.

La Ciudad de México estrenó un gran parque público hace casi un año en el corazón del poniente. Para los capitalinos, este parque representa un gran espacio público para practicar deportes, pasear con la familia y sacar a los perros a convivir; y para los visitantes de otros lugares, es un nuevo destino turístico de la CDMX.

Después de años de resistencia vecinal al desarrollo desordenado, se ha creado un gran espacio junto con el Gobierno y la iniciativa privada. Todo este proceso nos deja dos grandes aprendizajes:
1. La colaboración entre Gobierno, desarrolladoras y sociedad civil, es posible y generar proyectos que nacen de la sociedad y tienen el apoyo de la autoridad y la inversión de la iniciativa privada.
2. Se construyó un nuevo estándar de espacio público en diseño, materiales y mantenimiento.

Llegar a un acuerdo, fue un proceso largo y difícil. Cada actor entró a la negociación con una visión egoísta y sin expectativas de ceder: el gobierno con el plan de construir más de siete mil viviendas y los vecinos con el sueño de crear un parque en el 100% del terreno. Sin embargo, el tiempo, los problemas de la ciudad y la dificultad para obtener recursos, acercó las visiones.

Los vecinos teníamos ya un proyecto de parque, con la experiencia de arquitectos, escuchando las necesidades de la zona y conociendo las mejores prácticas de parques en Mexico y el mundo. El entonces Jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera con enorme sensibilidad, llegó a un acuerdo con los vecinos que consistió en vender el 30% del terreno y con los recursos que se generaron se construyó un parque público de acuerdo a la idea del proyecto original.

También se acordó que los vecinos, mediante un fideicomiso, se hicieran cargo del mantenimiento del parque a través de la generación de recursos con espacios comerciales. La propiedad siempre se conservaría de la CDMX.

Contar con el desarrollador adecuado también fue fundamental. Quien tuviera la experiencia de grandes obras, alto estándar de construcción y, más importante aún, que tuviera los recursos y la voluntad de llevar a cabo la construcción del parque y posteriormente recibiera a cambio las propiedades del 30%. Grupo Danhos ha sido clave en el estándar de la construcción y también, en la velocidad en la que construyó y sigue construyendo el parque.

Así, y a partir de ese momento, la construcción de una nueva versión de espacio público en la Ciudad de México, se volvió el objetivo de todos.
Tan sólo 13 meses transcurrieron desde la transformación del terreno baldío hasta la inauguración oficial, pero parcial del parque. Se inauguró en noviembre del 2017 y con gran éxito se usan las primeras 20 hectáreas estando bajo construcción las restantes 8 hectáreas.

Para el diseño del parque, tuvimos la fortuna de contar con grandes arquitectos. Por un lado el Arquitecto paisajista Mario Schjetnan y por otro, el Arquitecto urbanista Víctor Márquez.

El Parque La Mexicana es un proyecto social. Su misión es ofrecer un espacio público gratuito en el que se logre cohesión social mediante la creación de espacios en los que los visitantes y sus familias participan en actividades recreativas, culturales y deportivas del más alto nivel, de forma gratuita.

El Parque es también un proyecto ambientalmente responsable. Se llevan a cabo sofisticados programas para el cuidado del agua. Los dos lagos, son realmente albercas poco profundas con todos los beneficios ambientales de incrementar la humedad en la zona, la captación de polvo y amortizar el calor urbano. Debajo de uno de ellos, se encuentra un gran cisterna de 24mil metros cúbicos, este gran almacén en época de estiaje, se llena de agua tratada, y se utiliza para el riego, la limpieza del parque y los WC de los baños públicos. Dicho de otro modo, el agua potable es solo para lavabos, bebederos y restaurantes. En época de lluvias, recibe toda el agua de lluvia del parque y la de las vialidades mediante una biozanja. Esta infraestructura sirve de tanque de tormentas evitando inundaciones, además de representar tres meses de riego una vez que termina la época de lluvia. Las luminarias de los casi 3 kilómetros de la vialidad tienen celdas solares.

La operación de La Mexicana tiene un gran equipo de seguridad, jardinería, limpieza y mantenimiento, lo que asegura un alto estándar de mantenimiento y limpieza de los espacios y de los jardines.

El parque tiene varios reglamentos que hemos tenido que endurecer para lograr una cordial convivencia, seguridad y cuidado de todas las áreas, sobre todo de las áreas verdes. Mal concebido, muchos visitantes, piensan que por ser un espacio público cada quien puede hacer lo que quiera. Nada más alejado de la realidad. En los espacios públicos, deberemos tener un mayor respeto para generar una mejor convivencia y un mayor cuidado de los espacios para asegurar que permanezcan en excelentes condiciones el mayor tiempo posible. Este parque debe servir como modelo de convivencia y cuidado que llevemos a otros espacios que, aunque no haya reglamento ni guardias, los visitantes nos sepamos comportar mejor.

En el corto plazo el reto es terminar la construcción del parque, iremos inaugurando los espacios conforme las obras concluyan. Finalizaremos con las 28 hectáreas de parque y los espacios comerciales que nos permitan generar recursos para el mantenimiento y mejoramiento.

En los siguientes meses en La Mexicana se llevarán a cabo importantes actividades:
• Inauguración de la Concha Acústica con su programa cultural
• Apertura de la Terraza Gourmet con 18 restaurantes de diversos menús y precios
• Actividades recreativas y deportivas para los visitantes de entre semana y los fines de semana.

La construcción de este parque es una muestra tangible de que las gestiones colaborativas entre sociedad civil, iniciativa privada y los gobiernos son exitosas, pero deberán estar acompañadas de trabajado duro, diálogo, compromisos y voluntad.

 

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