Las ciudades cuentan con una amplia gama de espacios públicos en donde las personas pueden disfrutarlos dándoles diversos usos, mismos que podrán variar con base en el diseño, las dimensiones, instalaciones, mobiliario y el dinamismo creativo con el que los visitantes pueden combinar todos estos componentes. Uno de los espacios públicos más agradables son los parques, pues representan posibles variantes del ocio, el reposo, el esparcimiento, el juego, la tranquilidad, el encuentro social y, no menos importante, el aspecto saludable. En estas líneas se resalta la salud como una valiosa arista del parque en donde los adultos mayores, población identificada con un significativo nivel de crecimiento cuantitativo en un futuro próximo, ocuparán paulatinamente un preponderante lugar en las ciudades y que, por tanto, amerita ponderar su presencia en este tipo de espacios públicos; hablaremos pues, de una variante denominada: parques biosaludables.
Los parques biosaludables son aquellos en donde los usuarios pueden ejercitarse o llevar algún tipo de entrenamiento físico, en cierta forma son como gimnasios dispuestos en espacios públicos. Por lo general son de libre acceso, con artefactos mecánicos dispuestos en grupos de diversas cantidades de componentes, dentro de un perímetro definido, por lo que se les llama ‘circuitos biosaludables’; también son conocidos como ‘parques geriátricos’, ‘parques para mayores’, debido a que la población adulta mayor ahí realiza ejercitación para rehabilitarse, estar activo, mejorar la salud y reducir el posible padecimiento de enfermedades propias de la edad. Hay quienes los denomina ‘parques de calistenia’ por considerarlos gimnasios en donde los aparatos instalados permiten llevar a cabo preparación física. Conviene aclarar que no todos los parques con equipos mecánicos para ejercitarse fueron planeados para uso de los adultos mayores, lo cual también se aplica a los artefactos ya que algunos están diseñados para distintos usuarios y exigencias.
Sin haber identificado una fecha aproximada, los aparatos mecánicos en los parques se originaron en China donde abundan los adultos mayores que practican deporte y se ejercitan en los espacios públicos. En Europa, los circuitos con mecanismos para ejercitarse se originaron en Finlandia en el año 2005, gracias a que con su implantación se buscó impulsar la ejercitación física de manera lúdica acompañada de los beneficios de la socialización. Desde otra perspectiva, también se encontró que los dispositivos para ejercitarse son el resultado de la evolución adaptada de los gimnasios públicos de Norteamérica surgidos durante la década entre los años setenta a ochenta, sin embargo, las necesidades contemporáneas piden que la oferta de entrenamiento sea para interesados de todo tipo de edades, aunque para el caso de los adultos mayores se les destine para ejercitarse.
Estos parques surgen como una opción para atender la demanda de usuarios mayores quienes requieren de espacios para su activación y mantenimiento físico. Lo que todos estos parques tienen en común es que se encuentran en espacios públicos urbanos en donde se puede tener, además, la estimulante presencia de vegetación, amenidades e instalaciones complementarias en donde se pueda dar el encuentro e intercambio social que hagan del sitio un lugar, accesible, agradable y a la vez que atractivo para todos.
Además de todos los beneficios que ofrecen los parques en general, el parque biosaludable facilita practicar la ejercitación física para mejorar la salud a través de la dinámica muscular, respiratoria y cardiovascular. Dependiendo del diseño del parque, la activación física puede ser muy diversa, pudiendo dividirla en 2 grandes opciones: con equipos mecánicos de apoyo o sin ellos. El parque equipado con ejercitadores debe cumplir con una serie de requerimientos para su buen funcionamiento, dentro de estos se encuentran: ofrecer la más completa diversidad posible de instrumentos para cubrir las necesidades y beneficios de los usuarios, disponibilidad cercana de puntos para rehidratación y de baños públicos, preferiblemente dentro del mismo parque, funcionalidad y buen estado de las máquinas, información suficiente y pertinente relativa a cada componente, de ser posible, presencia de profesional del deporte quien supervise la dinámica de los usuarios.
La ayuda que los equipos mecánicos de un parque brindan en apoyo de los tratamientos de fisioterapia es efectiva gracias al método de la kinesioterapia, en la cual el movimiento activo del cuerpo completo o en sus partes se realiza con el apoyo de la mecanoterapia que implica el uso de dispositivos especiales. Todos estos aparatos deben ser diseñados por especialistas quienes aplican los conocimientos resultantes de investigaciones científicas y fabricarse en respeto a las normas técnicas aplicables.
Para reducir riesgos, es necesario que los usuarios cuenten con información e indicaciones claras y suficientes para que, por sí solos, sean capaces de ejercitarse sin provocarse efectos adversos o hasta lesiones, para que conozcan el objetivo que se puede lograr con el trabajo en cada artefacto, la posición del cuerpo en que se usa el dispositivo, el tipo de maniobras que se realizan y cómo se realizan, las precauciones que se deben tomar con las partes fijas y móviles, cuánto tiempo usar la máquina, en períodos diarios lo mismo que semanales, ya sea por la cantidad de series o repeticiones.
Debido a la permanencia de estos elementos en la intemperie, al mal uso que se hace de ellos, en donde se podría incluir el vandalismo, la excesiva demanda o descuido, es necesario contar con programas de mantenimiento lo mismo que realizar una revisión constante del estado de conservación que permita detectar aquellos componentes que requieren ser reparados o reemplazados.
Después de exponer lo anterior vemos con claridad que atender la salud de las personas mayores a través de los parques biosaludables en donde se ejerciten y rehabiliten con dispositivos de ayuda es una tarea que registra avances de interés, pero todavía hay mucho trabajo pendiente si se persigue el objetivo de colaborar para ayudar a que la población en general pero primordialmente los mayores salgan de casa a involucrarse con el envejecimiento activo.
Por: Vicente Álvaro Silva Campos