Por: José Giacoia Neto – Rain Bird Internacional
El paisajismo y el riego en jardines y áreas públicas es, sin duda, un campo con muchas oportunidades por desarrollar en América Latina; sin embargo, en varios países existe ya una clara conciencia del valor que aportan al urbanismo, a la integración humana y al turismo. Con el arranque del siglo, hemos visto una creciente conciencia en las ciudades con respecto a la restauración de plazas y parques y, para nuestra sorpresa, a menudo incluyen la implementación de un sistema de riego. En vista de la demanda constante para ahorrar agua y reducir el uso de agua potable, es crucial contar con un sistema de riego inteligente y eficiente para estas áreas públicas. Cuando se incorpora o renueva
una plaza o parque, aumentamos la calidad de vida en el lugar. Es común notar grandes cambios en los hábitos de las personas cuando esto ocurre y ver áreas en desuso convertirse en punto de convivencia e interacción entre las personas. Jardines hermosos impresionan e influyen en personas de todas las edades.
En América Latina contamos con la segunda plaza pública más grande del mundo: la Plaza de los Girasoles en Palmas, Brasil, por detrás de la Plaza Central de Beijing en China. Ambas cuentan con sistemas de riego automático. Existen varios ejemplos de parques y plazas públicas que cuentan con certificaciones sustentables; en ellos, el riego representa una parte esencial. En estos proyectos el riego debe seguir criterios específicos. Por ejemplo, contar con un control central que se conecte automáticamente a una estación meteorológica que ajuste automática
y diariamente el tiempo de riego para cada sector, o el bombeo como un sistema de presurización inteligente que detecte fugas y/o tuberías rotas. En Estados Unidos, la Unión Europea, regiones de Medio Oriente y otros países, ni siquiera se considera la implementación de un proyecto de paisaje sin un sistema de riego automatizado. Es indiscutible, el paisajismo necesita mantenimiento, preservación y condiciones de sobrevivencia. El elemento crucial para mantener la vida de jardines y céspedes es el agua y la mejor manera de proporcionarla es a través de un sistema de riego adecuado y de buen tamaño. Los sistemas de riego paisajístico, concebidos desde la perspectiva de la sustentabilidad, permiten que las áreas verdes se rieguen de manera automática y adecuada, durante el período necesario, en la frecuencia ideal, proporcionando niveles satisfactorios de humedad y el consiguiente mantenimiento de los jardines públicos mediante un uso racional y consciente del agua.
Fuente de agua:
En general, la fuente de suministro es el agua potable pública. Esto dista de ser lo ideal, ya que estamos utilizando el agua más cara disponible, pero a menudo es la única solución para hacer viable el sistema. Donde sea fácil obtener agua subterránea, el uso de pozos es
una opción viable ya utilizada en varios proyectos. Las aguas residuales y el uso del agua de lluvia son un gran ejemplo del uso inteligente
del agua, incluso en áreas públicas. Contar con plantas de tratamiento en sitio para hacer uso de agua reciclada es la mejor solución y siempre será la más recomendable. En los procesos de certificación sustentables siempre tendremos una gran resistencia al uso de agua potable. Una vez que se encuentra la fuente, tenemos que definir la necesidad de bombeo y la consiguiente construcción de depósitos.
Productos y accesorios especificados y utilizados en sistemas de riego para áreas públicas:
El riego de áreas públicas requiere de una serie de protecciones contra el vandalismo. Los propios emisores deberán ser elegidos con atención a sus características.
Deberá ser retráctil y con suficiente resistencia para no romperse si fuera pateado. Se debe contar con aspersores y rotores con revestimientos de acero que son más resistentes. También deberá considerarse su resistencia interna, algunos cuentan con un eje central de acero como refuerzo. El uso de rociadores equipados con válvulas antidrenaje (SAM) es una condición estandarizada en E.U. y Europa. Estas válvulas evitan que las redes se vacíen con el consiguiente desperdicio de agua y otros problemas derivados de estas fugas. Este dispositivo puede contener una columna de agua de hasta 3 metros.
Otra solución que evita el desperdicio y mantiene el sistema más equilibrado son los reguladores de presión internos en los rociadores (PRS). Este regulador siempre mantiene la presión de trabajo de los rociadores en su punto ideal; evitan hasta un 70% .de pérdida de agua en caso de ruptura y/o pérdida de la boquilla del rociador.
Sin embargo, el producto más revolucionario disponible para el riego en áreas públicas es sin duda el goteo subterráneo con un escudo de cobre. Dentro de sus principales ventajas se cuentan:
– Reducción de reposición de productos por vandalismo pues al estar enterrado no llama la atención.
– Proyecto final más económico y sustentable.
– Ahorro de agua, debido a una eficiencia de hasta el 90%.
– El riego podría funcionar durante el día (aumento de la ventana de riego).
– Disminución del mantenimiento.
– Reducción del consumo de energía eléctrica. Opera con menor presión y menor caudal.
Estas áreas son aquellas en las que generalmente 0tenemos problemas de robo de equipo, así como quejas sobre un sistema prendido en los momentos en que las personas usan el área y se mojan. Otro punto importante es respetar la profundidad de instalación de las redes hidráulicas y eléctricas, que deben tener al menos 30 cm. Las válvulas deben instalarse en cajas de plástico y dimensionarse según su tamaño. El uso de conectores blindados es extremadamente importante y también es un estándar técnico para instalar el sistema.
La importancia de la automatización:
En todos los aspectos, el riego manual no es económica ni técnicamente factible. Lo que vemos en la práctica es un gran desperdicio
de agua y ejecuciones en momentos inapropiados. El sistema automatizado permite un control preciso del riego por área, tipo de emisores y paisajismo. Al permitir el riego en horarios específicos, se puede programar para que funcione alternadamente evitando el vandalismo, o aprovechando horarios de menor consumo de agua y, en consecuencia, un mejor uso del sistema. Con la creciente popularidad de los sofisticados sistemas de riego a través de controles centrales, los ayuntamientos pueden administrar varios sistemas de riego a través
de una computadora que puede comunicarse con los controladores de cada proyecto, además de permitir la gestión del agua mediante
la lámina aplicada por día, control de flujo, detección de fugas y rupturas de tuberías.
El ajuste automático del riego, debido a los cambios climáticos, ahorra una increíble cantidad de agua y energía mejorando la calidad del paisaje.
Aspectos técnicos del diseño:
La metodología es la misma que la utilizada en cualquier otro proyecto de riego para jardines y céspedes, pero es necesario prestar mayor atención a las boquillas elegidas, su ángulo y alcance. Evitaremos desperdiciar agua y mojar lugares no deseados. Es importante verificar las direcciones predominantes del viento para determinar la posición correcta de instalación del aspersor y el tamaño correcto del tipo de boquilla y el ángulo de trayectoria. En muchos países existe una cultura del uso de controladores autónomos de baterías. El problema es la falta de conectividad e integración. Por esa razón, el control central es la mejor solución. Tenemos que estar atentos a cuáles son las necesidades
específicas de control para tener los productos y sensores ideales para cada proyecto.