Infraestructura Verde para Mérida: Propuesta integral de un sistema urbano de drenaje pluvial sostenible
Por: Edgardo Bolio Arceo y Said Andrés Chuc Yam
Instituto Municipal de Planeación de Mérida
El proyecto de un sistema urbano de drenaje pluvial sostenible (SUDS) es una iniciativa del Instituto Municipal de Planeación de Mérida en atención a un tema urbano-ambiental prioritario: la vulnerabilidad del acuífero y la calidad del agua; surge de la preocupación de reducir la contaminación del manto freático y al mismo tiempo garantizar la eficiencia en el desalojo del agua de lluvia en las calles.
Acuífero vulnerable
El crecimiento urbano de Mérida en los últimos 20 años han cambiado drásticamente las relaciones urbano-ambientales; se ha perdido cobertura vegetal y se ha reducido el área permeable del suelo urbano generando islas de calor, contaminación del acuífero e inundaciones pluviales. Para la atención de este último punto, se han implementado más de 100,000 pozos de absorción y 90,000 zanjas en todo el municipio; sin embargo, grasas, aceites, residuos sólidos y orgánicos que se encuentran en las calles son vertidas junto con el agua de lluvia a una profundidad de entre 8 y 15 metros al acuífero; como efecto indirecto se generan impactos ambientales adversos.
Esta situación, más las diversas descargas de fuentes puntuales (domésticas, industriales, comerciales), no puntales, la alta permeabilidad del suelo de la península, patrones de consumo y crecimiento urbano actuales ejercen una fuerte presión al acuífero, el cual, es la fuente de agua dulce para la región.
De seguir con esta tendencia, se prevé alto estrés hídrico en 10 años y extremadamente alto en 20. El estrés hídrico se refiere al deterioro en calidad o cantidad de agua dulce.
De acuerdo con los Modelos de Cambio Climático, se prevé un incremento de entre 20 y 40% en la intensidad de las lluvias en los próximos años, lo cual agravaría el problema; por esto, resulta necesario dar soluciones en infraestructura resiliente que sean amigables con el medio ambiente, se integren de manera adecuada a los contextos urbanos, sean eficientes y rentables, de aplicación generalizada y socialmente aceptadas.
Soluciones basadas en la naturaleza
Existen distintas clasificaciones de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) según su función principal (control, prevención, transporte o retención), o según el elemento urbano al que se integran (acera, calle, plaza o explanada). Los SUDS, además de reducir el riesgo de inundaciones, disminuyen la infiltración de contaminantes arrastrados por escorrentías y mejoran los espacios públicos, el paisaje urbano y la movilidad activa.
Para Mérida, se propone desarrollar un sistema de drenaje pluvial que emule los procesos de la naturaleza, aprovechando áreas verdes existentes en las vialidades que permitan retener el agua de lluvia, limpiarla con la ayuda de sustratos de suelo de diversa granulometría y vegetación adecuada que retiene componentes químicos nocivos, e infiltrarla al acuífero con menor carga de contaminantes.
Imagen. Proceso de bioretención, fitoremediación, infiltración. Mayo del 2020
Las soluciones con mayor aptitud para ser implementadas en Mérida resultaron ser: jardines de lluvia, jardín microcuenca, pavimentos permeables y zanjas de bioretención.
Hasta el momento se han creado jardines de lluvia en la zona Ya’axtal, en el poniente de la ciudad, sobre las avenidas Mérida 2000 y 132. Los resultados del monitoreo indicarán mejoras al diseño y al procedimiento constructivo, así como, recomendaciones para la selección de la paleta vegetal y para la implementación a mayor escala.
Imágenes de los pilotos, cortes y funcionamiento.
Para determinar las zonas urbanas de intervención prioritaria, se realizó un análisis cartográfico y de fotografías aéreas. El resultado indica que la zona poniente de la ciudad reúne las condiciones propicias para iniciar, seguida del centro, oriente, norte y sur, sucesivamente. A partir de las características de las zonas urbanas, se proponen soluciones diferenciadas.
Modelo de gestión
Tan importante es la propuesta técnico-constructiva y urbano-ambiental como los instrumentos de gestión para lograr su implementación. El modelo de gestión se basa en la premisa de que, si todos somos beneficiarios del agua, entonces, todos somos responsables de su gestión sostenible.
En términos del costo del proyecto, la inversión estimada rebasa las posibilidades económicas actuales del Ayuntamiento de Mérida; por ello se plantean, diversos mecanismos que permitan contar con los recursos económicos suficientes, entre ellos: cobros de derechos ligados al agua y residuos sólidos, contribuciones por mejoras ligados al predial, donaciones, aprovechamientos, subsidios ligados a la industria y otros instrumentos de financiamiento. Todos estos parecen viables, pero ameritan estudios más detallados.
Fortalecer el marco jurídico es indispensable. En ese sentido, se identifican 3 legislaciones sectoriales cuya actualización, alineación y congruencia representan una oportunidad para que el proyecto sea una realidad: las relativas a construcción y urbanización, al equilibrio ecológico y protección al ambiente, y la administración y hacienda municipal.
Ante la complejidad de la problemática y la magnitud del proyecto, es indispensable impulsar las alianzas y las redes de colaboración a todos los niveles; el establecimiento de convenios con asociaciones públicas y privadas debe ser parte de la estrategia de solución. Se requiere de un alto nivel de colaboración y participación entre actores clave, que permitan la materialización de objetivos comunes, soluciones pertinentes y la evaluación de resultados.
La participación social es parte medular del proyecto. Proponemos incentivar la apropiación a partir del conocimiento del problema con difusión y comunicación, seguido de la participación en sitios de demostración, talleres, seminarios y diversos foros. Conocido el problema del agua y aceptadas las soluciones propuestas, debemos ampliar proyectos piloto acompañados de capacitación al personal de operación y mantenimiento, el seguimiento y evaluación entre autoridades, organizaciones especializadas y participación de vecinos. Finalmente, con lo aprendido, se podrán replicar dichos prototipos y procesos a mayor escala y cobertura.
Invitación a todos a participar en la solución
El avance alcanzado hasta ahora motiva a seguir desarrollando la propuesta integral; somos conscientes que es un proyecto en proceso, se requiere dar seguimiento a proyectos piloto, detallar la estrategia a escala urbana, involucrar actores clave e instituciones responsables y refinar el modelo de gestión.
Finalmente, lo más valioso de esta propuesta no es sólo el proyecto técnico-constructivo o el modelo de gestión, sino la toma de conciencia de un problema urbano-ambiental relevante, el llamado de atención ante la urgencia de su solución y la necesidad de asumir la responsabilidad que compete a cada uno de nosotros en su solución.
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