Los Institutos Municipales de Planeación en México

-El IMPLAN como ejercicio de participación ciudadana-

Luis Carlos Lara Damken

Presidente de la Asociación Mexicana de Institutos Municipales de Planeación – AMIMP.

Director General del IMPLAN Ahome, Sinaloa.

Los inicios.

Los institutos de planeación a nivel municipal en México inician en la década de los 90, un camino lleno de retos y posibilidades, aciertos, así como errores de concepción en algunos casos. Las oficinas que piensan el territorio desde una perspectiva ciudadana han tenido en poco más de 30 años, desde la aparición del primer instituto en nuestro país, la posibilidad de contar diferentes historias en cada uno de los municipios que tomaron la decisión de planear sus ciudades.

La diversidad de nuestras regiones, así como los diferentes momentos sociopolíticos, económicos y culturales en los que cada municipio se encuentra, refiere características de identidad a los institutos creados por las posibilidades que la Ley permitía en ese momento, acompañado el mayor número de veces, por el entusiasmo y compromiso de una sociedad que identifica en su tierra una oportunidad de ser más competitivos, de hacer mejor las cosas y de construir mejores ciudades para vivir. 

La reforma a la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (DOF:01/06/2021) incluye por vez primera a nivel nacional las definiciones de Institutos de Planeación, sean estos municipales, intermunicipales o metropolitanos.

Hoy, los IMPLANES pueden manifestar que existen en la Ley y que la creación de nuevos institutos tiene un sustento en la Reforma Urbana para dar pie a dicho proceso.

Pero entonces, será interesante preguntarnos, cómo fueron creados alrededor de 60 institutos municipales de planeación en esas ciudades de menos de un millón de habitantes, sin ese respaldo jurídico en una Ley que antes de esta reforma enunciativa, tenía poco más de 20 años sin hablar del derecho a la ciudad, de no poner a las personas como lo más importante en el objetivo de cualquier institución que se dedique a hacer ciudad.

El interés de la ciudadanía y su participación.

La respuesta es la participación e interés de la ciudadanía, el interés de una sociedad que plantea y genera un diálogo con la autoridad municipal para, en conjunto, a través de esta herramienta llamada IMPLAN, canalizar la visión y el objetivo que los hombres y mujeres de una ciudad definen para construir un mejor lugar para vivir.

Así se han construido los IMPLANES, así deben de construirse, con el objetivo de ser un canal de participación ciudadana, que dibuje los procesos de corresponsabilidad en un territorio para hacerlo más competitivo, entre los sectores productivos a través de sus cámaras, colegios de profesionistas, asociaciones civiles, ONG´s, la academia, ciudadanos y ciudadanas entusiastas que participan desde el activismo, generando el compromiso de la autoridad y al mismo tiempo originando la comunicación asertiva de la visión de territorio que se plantee.

Actualmente, podemos identificar más de 70 instituciones municipales dedicadas al ejercicio de la planeación en México; cada una de ellas totalmente distinta a las demás, cada una de las instituciones, con una historia que compartir, y con el común denominador de contar en sus equipos técnicos y en sus consejos ciudadanos, con mujeres y hombres con pasión por la ciudad.

Los retos que como IMPLANES nos hemos puesto, es consolidarnos como una red de ciudades que reduzcan la brecha de aprendizaje en los procesos propios de hacer ciudad; generar los espacios de intercambio y retroalimentación tanto en los procesos participativos como en los de implementación. 

¿Cómo comunicar nuestros proyectos?, ¿cómo promover la idea clara de que la planeación estratégica es necesaria más allá del planteamiento técnico?; vaya, ¿cómo hacer que nuestro trabajo sea el de todas las personas que habitan un territorio?

Identificar a los IMPLANES como el canal de participación ciudadana con capacidad técnica de planteamiento de una idea de conjunto, de lectura de territorio y momentos de oportunidad desde lo político y socioeconómico, nos obliga a dar un manejo a los datos y a la información con rigor técnico y científico.

De lo anterior, se genera la necesidad de asumir más que nunca, la responsabilidad de pensar el territorio desde los datos, desde la generación de herramientas como los sistemas de información geográfica, datos abiertos, aplicaciones que promuevan la interacción de los ciudadanos con la gestión de la ciudad.

El reto de llevar los datos al alcance de todos y todas.

La tecnología ha dispuesto la oportunidad para plantear otro lenguaje; más y mejores respuestas de la autoridad y entre las personas que habitan un espacio común.

Las ciudades deberán seguir siendo las plataformas sociales de encuentro, digitales ahora, pero siempre con la posibilidad de encontrarnos en el espacio que definimos para convivir, en el espacio que tenemos la responsabilidad de ordenar de manera estratégica, en el lugar donde todos y todas podamos reclamar el derecho a la ciudad.

Los IMPLANES han promovido los últimos 30 años, el entusiasmo y la dedicación por mejores ciudades, donde la participación de las y los que en ellas vivimos, sea el mejor insumo a todas las herramientas técnicas y a los avances tecnológicos.

Una de las herramientas que ha sido explorada como un canal de proveeduría de la información pública en materia de territorio y del desarrollo urbano desde los institutos de planeación, son los Sistemas de Información Geográfica. Con esfuerzos variados y dando respuesta a los requerimientos de cada municipio, los trabajos en herramientas de georreferenciación y datos poblacionales desde los portales oficiales de los IMPLANES, consolidan el compromiso de, más allá de la figura que rige las vocaciones del suelo y sus procesos administrativos; cumplen la tarea de comunicar el territorio.

Un Sistema de Información Geográfica, es una herramienta poderosa que va alimentándose y moldeándose con las necesidades y la misma información y análisis que los municipios a través de sus instituciones, espacios deliberativos, consejos, foros y debates, han generado para la determinación del futuro de su región. Plataformas que traducen de manera gráfica e intuitiva los instrumentos de política pública en materia de desarrollo urbano y ordenamiento territorial, los que analizan los riesgos y vulnerabilidad climática a través de los atlas de peligros naturales y antropogénicos, los planes de movilidad urbana sustentable, los de acción climática, la manera de identificar cómo nos distribuimos en el territorio en asentamientos humanos con características específicas de edad, ocupación, escolaridad, de qué forma nos organizamos en casa, para ir a la escuela, al trabajo, etc.

El alto porcentaje de personas con acceso a internet y a dispositivos inteligentes en nuestro país, nos obliga como instituciones y generadores de información pública, a un necesario énfasis y rigor profesional en el reto de la construcción y operación de plataformas digitales, que pongan a la mano de la población la información del territorio en el que habitan, con cada una de las variables disponibles en el gran cúmulo de datos que hoy por hoy generan instituciones, organismos y dependencias gubernamentales mexicanas de manera obligada por la Ley General de Transparencia. 

Compilar, agrupar, analizar y canalizar esa información a través de una plataforma digital o un sistema de información geográfica, y la generación de datos abiertos desde la perspectiva y el reto de hacer ciudades con mejor calidad de vida, es una apuesta que todo instituto municipal de planeación debe tener.

Regular el suelo mediante la construcción de instrumentos de política pública, y comunicarlos de una manera creativa e inteligente para consolidar el interés de la ciudadanía por medio de la tecnología y las herramientas actuales, es el trabajo que cada día se lleva a cabo por hombres y mujeres entusiastas en un instituto de planeación en México.

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